Maestro del Debuff - Capítulo 1074

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“¡S-Señor…! ¡Argh!”

Michele claramente estaba sufriendo. Siegfried estaba emitiendo una energía tan abrumadora que no sería sorprendente que una persona débil muriera en el acto.

“Oh, mi culpa”, dijo Siegfried, notando que Michele se retorcía de dolor por la energía que irradiaba.

En ese momento…

Badump! Badump! Badump!

Siegfried de repente tambaleó y hizo una mueca cuando un dolor agudo se disparó desde su pecho.

Tal como la santa había dicho, aquello de que su núcleo de maná presentaba grietas en todas partes no era ninguna exageración.

‘Maldición… Esto me está volviendo loco…’ Siegfried se dio cuenta de lo grave que era su situación.

El peor escenario—que su núcleo de maná se rompiera por completo—podía ocurrir incluso sin usar la habilidad Descenso del Señor Demonio.

‘Esto no puede seguir así. Tengo que volverme un Gran Maestro cueste lo que cueste’, pensó, rechinando los dientes. Entonces recordó que Deus le había mencionado que su cuerpo sería remodelado una vez alcanzara ese reino.

“Mi discípulo.”

“¿Sí, Maestro?”

“Una vez que asciendas al reino de Gran Maestro…”

“¿Sí?”

“Dejarás de envejecer e incluso podrás recuperar tu juventud cuando quieras.”

“¿¡Ehhh?! ¿E-Es en serio?!”

“¿Cuándo te he mentido?”

“¡N-No, Maestro!”

“Convertirse en un Gran Maestro significa experimentar una verdadera metamorfosis. Todo tu cuerpo será reconstruido desde adentro hacia afuera.”

“¡Whoa!”

“Tus habilidades físicas aumentarán alrededor de un veinte por ciento. Pero eso no es todo: tu núcleo de maná se expandirá aproximadamente una vez y media, y se volverá muchísimo más resistente.”

“¡Eso es increíble, Maestro!”

Siegfried llegó a una sola conclusión después de recordar aquellas palabras.

Si quería arreglar el desastre que era su núcleo de maná, no tenía otra opción más que ascender al reino de los Gran Maestros.

Reconstruir su cuerpo por medio de una metamorfosis total era la única solución.

‘Tengo que mantener un perfil bajo por ahora. Necesito irme con calma o me voy a joder de verdad…’

Con ese pensamiento, Siegfried se volvió hacia Michele.

“Entonces, ¿qué dijo exactamente la rata?”

“Dijo que todavía no han podido elaborar un plan detallado.”

“¿Eh? ¿Y entonces?”

“Que reportará de nuevo una vez que redacten un plan concreto. Afortunadamente, parece que la rata tiene autorización para esta operación en específico.”

Aquellas palabras fueron un enorme alivio para Siegfried. Gracias a que el Ragdoll IV estaba involucrado en el plan para secuestrar a Verdandi, ellos podían prepararse contra el Illuminati en vez de estar completamente a oscuras.

Por supuesto, no es como si Siegfried fuera a dejar que se llevaran a Verdandi sin pelear, incluso si lo tomaban desprevenido, pero saber de antemano era infinitamente mejor que estar ciego.

“Dile que reporte cualquier cosa, sin importar lo trivial. No ignore ni lo más mínimo.”

“Sí, señor.”

“Y dile que reporte en tiempo real. Si juzga que la situación es urgente, que lo informe de inmediato, aunque sea difícil. Debe priorizar el reporte por encima de todo, incluso si arriesga quemar su tapadera.”

“Como ordene, señor.”

Michele entendió perfectamente lo que Siegfried quería decir. Esto concernía la seguridad de Verdandi, así que obtener información del enemigo era más importante que cualquier otra cosa, incluso si significaba sacrificar a un espía tan valioso como Ragdoll IV.

“Voy a destruirlos. Haré que cualquiera que se atreva a ponerle un dedo encima a mi hija pague caro”, murmuró Siegfried con una intención asesina palpable.

Siegfried fue a ver a Quandt después de que Michele terminó su informe.

“Bienvenido, señor.”

“Necesito pedirte un favor.”

“Diga la palabra.”

“¿Sabes del Pie de Conejo de Regresión, verdad?”

“Sí, señor.”

“¿Podrías hacerme uno?”

“¿…Perdón?” soltó Quandt. Luego parpadeó varias veces y preguntó, “¿Y cómo se supone que recree un artefacto así?”

Desde la perspectiva de Quandt, la petición de Siegfried era absolutamente absurda.

Él ni siquiera pudo completar la obra maestra que Herbert dejó debido a la falta de materiales adecuados, y aun así Siegfried le pedía algo similar a otro artefacto de rango Universal.

“Ah, para ser preciso, quiero que hagas una réplica”, dijo Siegfried al notar lo mal que sonaba.

“¿Una réplica, señor?”

“Sí.”

“¿Y para qué la necesita?”

“Lo que pasa es que…” Siegfried explicó toda la situación.

Cómo Beowulf era probablemente el líder del Illuminati, que poseía un objeto que se creía ser el Pie de Conejo de Regresión, y también el hecho de que el Abismo Oscuro: Collar de Codicia y Traición tenía la habilidad de robar objetos.

“Entonces… ¿está diciendo que planea cambiar el artefacto que Beowulf posee por uno falso?”

“Exacto”, respondió Siegfried con un asentimiento. Luego añadió, “Sería un problema si nota que le fue robado.”

“Pero… ¿no bastaría con simplemente tomarlo? No puede hacer nada si ya se lo quitó, ¿no?”

“Cierto, pero…” Siegfried se detuvo y luego esbozó una sonrisa astuta y maliciosa antes de continuar, “Imagina esto. Está en un aprieto y decide activar su preciado artefacto como último recurso. ¡Ta-dah! ¡Es una porquería que no sirve!”

“T-Tal cosa sería… devastadora pa—”

“Nomás de pensarlo te da risa, ¿verdad?”

“Ehm…”

“Kekeke… ¡Sería una tremenda cachetada en la cara!”

Siegfried prácticamente se estaba carcajeando de la pura imagen mental.

‘¿Es… realmente un demonio? ¿Ha estado ocultando su verdadera identidad todo este tiempo?’ pensó Quandt, estremeciéndose.

Incluso si Beowulf era su enemigo… ¿realmente hacía falta planear algo tan cruel?

“Entonces, ¿es posible? ¿Puedes hacer una réplica?”

“Hmm… ¿Qué tan precisa la requiere?”

“A ver… algo que pueda engañar a la Runa de Perspicacia.”

“¿…Perdón?”

“No debe darse cuenta de que fue intercambiada. Tiene que caer redondito.”

“Ehem… Eso no será fácil”, dijo Quandt, acariciándose la barba.

“Oh.”

“Engañar a la runa no es nada sencillo.”

“Oh…”

“El proceso sería extremadamente complejo.”

“¿Entonces no puedes?”

“No dije eso, señor. No será una copia perfecta, pero si lo que necesita es una réplica lo suficientemente convincente para engañar a la Runa de Perspicacia, entonces sí, puedo lograrlo.”

“¡Ooooh!”

“Pero me tomará más de un mes.”

“No hay problema. Tenemos tiempo de sobra.”

“Pero tenemos un inconveniente…”

“¿Cuál?”

“Nunca he visto el colgante real. Necesitaré verlo para replicar su apariencia con precisión. Hacerlo con solo registros antiguos será complicado…”

“Ah, no te preocupes. Puedo proporcionarte material de referencia.”

Siegfried tenía la costumbre de grabar todas sus sesiones de juego para su canal. Gracias a eso, la escena donde aparecía el colgante —que él creía ser el Pie de Conejo de Regresión— estaba en las grabaciones.

Solo tenía que extraer ese fragmento y mostrárselo a Quandt, y eso bastaría como referencia.

“En ese caso, lo tendré listo dentro de un mes”, dijo Quandt con confianza.

“Gracias”, respondió Siegfried con una sonrisa.

La cual, poco a poco, se fue deformando en una sonrisa torcida mientras imaginaba el momento en que Beowulf activara su hermosa reliquia… solo para descubrir que era basura.

Por supuesto, todavía necesitaba ascender al reino de los Gran Maestros para poder robar el artefacto real, pero ese era un problema para otro día.

La guerra global entró en una nueva fase tras la derrota de Zerachiel a manos de Siegfried.

El Arcángel de la Muerte había caído, por lo que el Imperio Marchioni, que había sufrido derrota tras derrota, por fin pudo reagruparse y presionar a la Alianza Sagrada.

El número de Ángeles Caídos había sido reducido drásticamente gracias a los esfuerzos de las Fuerzas Aliadas lideradas por Siegfried, y esto le dio suficiente espacio al Imperio Marchioni para recuperar territorio.

Como resultado, la Alianza Sagrada se vio obligada a pasar de la ofensiva a la defensa, mientras que la coalición hizo lo opuesto y lanzó un asalto total.

Comenzó como una pequeña ola, pero la marea había cambiado.

La Alianza Sagrada, que había declarado la guerra al mundo entero, ahora se encontraba a la defensiva.

Y la pequeña ola que cambió el rumbo fue provocada por nadie más que Hansen.

Justo antes de que comenzara a nevar, Hansen ejecutó un brillante movimiento estratégico al movilizar antes de tiempo a las fuerzas de la coalición para asegurar la posición elevada. Esto permitió que la coalición abandonara la Fortaleza Pallas y avanzara con facilidad hacia territorio enemigo.

‘Hmm… no creo que haya algo que yo pueda agregar’, pensó Siegfried.

Ya estaba de regreso con el ejército de la coalición, recostado cómodamente en su silla mientras observaba a Hansen dirigir la reunión estratégica en su lugar.

“La ventisca obligó a la Alianza Sagrada a…”

Hansen había elaborado estrategias excelentes sin la ayuda de Siegfried. Sus conocimientos tácticos eran tan profundos que Siegfried no tenía nada que corregir.

Todo lo que Hansen proponía coincidía con la forma de pensar de Siegfried… o incluso era mejor.

En otras palabras, no había nada que Siegfried pudiera mejorar.

‘Debo ascender a este tipo’, pensó. Y en cuanto tuvo ese pensamiento, se quedó dormido. No podía saltarse la reunión porque seguía siendo el Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas, pero estar ahí sin decir nada lo hacía increíblemente somnoliento.

Y así, como siempre…

ZzZzZz… Zzz… ZzZzz…

Siegfried se durmió en plena reunión.

“…”

“…”

Los oficiales lo miraron, desconcertados e incapaces de decir nada.

Pero ninguno se atrevió a despertarlo. Aunque Siegfried se quedara dormido en juntas, todos sabían que en el campo de batalla lograba cosas imposibles—milagros, literalmente.

Unas horas después…

“¿Su Majestad Imperial?”

“Mmm… ¿eh?”

Siegfried despertó al oír la voz de Hansen.

“Por favor, regrese a su tienda y descanse adecuadamente, señor”, dijo Hansen con suavidad.

“¿Q-Qué hora es?” preguntó Siegfried, limpiándose la baba de la boca.

“Ya es la una de la mañana, señor.”

“¿¡Q-Qué?! ¿Dormí tanto?!”

“Sí, señor.”

“¿Y la reunión?”

Hansen echó un vistazo alrededor y respondió, “Ya fue concluida, señor.”

“Hahaha…” Siegfried soltó una risa incómoda al darse cuenta de que durmió horas enteras. Luego pensó, ‘Ah, mejor hubiera ido a farmear un calabozo o algo.’

Se arrepintió del tiempo desperdiciado, pero sabía que era inútil lamentarse. No podía regresar el tiempo.

‘Bueno, ya ni modo. Mejor me deslogueo y descanso hoy.’

Con ese pensamiento, se puso de pie y llamó:

“Oye, Hansen.”

“Sí, señor?”

“Te promociono a Mayor. Sigue así.”

“¿¡E-Ehh?!”

Hansen quedó anonadado. Apenas había sido ascendido a Capitán hace poco, ¡y ya lo estaban promoviendo de nuevo!

“P-Pero, señor—”

“Shhh…” Siegfried le puso un dedo en los labios para callarlo. Luego dijo, “No tiene sentido que nuestro estratega principal siga siendo solo un Capitán. Honestamente, ya eres digno de una estrella, pero creo que habría quejas si subes tan rápido. Empecemos con Mayor y vamos subiendo poco a poco, ¿sí?”

“S-Señor…!”

“Cuento contigo de ahora en adelante. Ah, ¿has seguido con tus clases privadas, verdad?”

“¡S-Sí, señor! ¡He estado estudiando con diligencia!”

Últimamente, Hansen había estado aprendiendo ciencias militares con múltiples instructores que Siegfried le asignó.

Nunca tuvo oportunidad de asistir a una academia, así que necesitaba toda la tutoría posible para estar a la altura de su rango.

“¡Estoy abrumado por su gracia, señor! ¡Su gracia es inconmensurable!” exclamó Hansen, lanzándose al suelo y entonces…

Woooong…

Comenzó a brillar con intensidad.

“¿¡Eh!?” Siegfried dio un salto hacia atrás. Luego observó más de cerca y tartamudeó, “¿E-Esto no es… el efecto visual… cuando cambias de clase?”

Hansen estaba experimentando el mismo fenómeno que ocurría cuando un Aventurero cambiaba de clase. Había acumulado suficientes puntos de experiencia sin darse cuenta, y su reciente ascenso había cumplido la condición final para desbloquear una clase.

[Alerta: ¡Felicidades!]

[Alerta: ¡Hansen ha cambiado de clase exitosamente!]

Apareció una notificación frente a Siegfried.

[Alerta: ¡La Unidad Héroe ha obtenido la clase Estratega Divino!]

Sorprendentemente, Hansen había obtenido una Clase Legendaria.

No era una clase de combate, pero seguía siendo una clase de alto nivel que solo unos pocos elegidos podían conseguir.

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