La Esposa es lo Primero - Capítulo 29

  1. Home
  2. All novels
  3. La Esposa es lo Primero
  4. Capítulo 29 - Ungüento perfumado
Prev
Next
Novel Info

Mu Hanzhang miró con frialdad al arrogante Mu Yangwen, para luego acercarse a él lentamente, y abofetearlo con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

 

 

 

Mu Yangwen quedó atónito por la bofetada, lentamente se dirigió a él. —¡Mu Hanzhang, así que te atreves a golpearme!

 

 

 

Y ni bien terminó de quejarse, otra bofetada cayó en su adolorido rostro, dejando a Mu Yangwen completamente aturdido.

 

 

 

—Soy tu mayor. ¿Cómo puedes hablarme así? ¿No te ha enseñado el Tercer Tío acerca de la piedad filial?—. Mu Hanzhang miró desde arriba a su primo quien aún estaba tambaleándose por la rudeza de sus golpes.

 

 

 

—!Mu Hanzhang, estás yendo demasiado lejos!—. Cuando Mu Huafeng vio que esta persona golpeaba a su hermano menor, entonces él se dispuso a levantar su puño para golpear a Mu Hanzhang.

 

 

 

Sin embargo, los dos guardias, que estaban detrás de Mu Hanzhang sacaron las espadas de sus cinturones, asustando a todos en el lugar y los hizo retroceder medio paso atrás. Así que el más joven de ellos solo pudo comenzar a llorar de impotencia.

 

 

 

—¡Basta!—. La profunda y resonante voz del Marqués del Norte llegó desde atrás, mientras se acercaba de mal humor.

 

 

 

El grupo de la familia Mu, habitualmente temblaba cuando escuchaba el sonido de la voz del jefe de familia. Sin embargo, ante esta situación, todos en ese grupo de familiares de Mu Hanzhang se sintieron aliviados.

 

 

 

 

—¡Jun Qing!—. Jing Shao se apresuró y colocó a su Wang Fei entre sus brazos. —¿Estás bien?

 

 

 

Mu Hanzhang apretó sus labios con fuerza, no pudo evitar inclinarlos ligeramente hacia arriba. No importa cómo se mire a la escena frente a él, estaba demasiado claro que él les estaba dando una lección. Este tipo de acciones eran realmente…

 

 

 

 

Cuando Jing Shao vio que la persona entre sus brazos estaba bien, se volvió hacia Mu Yangwen, quien empezó a cubrir su cara, y a Mu Huafeng, quien se olvidó de mostrar su puño. —Padre Marqués, dejando de lado el hecho de que Jun Qing es mi Wang Fei, en la casa del Marqués del Norte, ¿acaso no tienen que respetar a sus hermanos mayores? ¡La cortesía de la piedad filial en la familia Mu es realmente una revelación para este Príncipe!

 

 

 

Mu Jin estaba tan enojado que su rostro se tonó de un verde color en cuestión de un segundo, para después dejar una blancura en él. Señalando a sus dos sobrinos, expresó: —Ustedes dos, vayan y dedíquense a copiar «piedad filial» cincuenta veces cada uno. Si no pueden terminar de copiarlo, ¡no podrán cenar!

 

 

 

 

Mu Yangwen todavía quería decir algo, pero Mu Jin lo fulminó con su mirada y solo se resignó a seguir a sus hermanos, dando una vuelta para acompañarlos a su castigo.

 

 

 

—¡Esperen!—. Jing Shao soltó a su Wang Fei y los detuvo con un grito. —Las leyes de la familia y del país son inseparables, por lo que la falta de respeto a un Wang Fei, ¿no es acaso un crimen?

 

 

 

Sus dos sobrinos ya no seguían de lado de Mu Lingbao, por lo que se miraron el uno al otro, y debido a la declaración del Wang Ye, sintieron un fuerte temor, y solo pudieron pensar en mirar hacia su tío en busca de ayuda.

 

 

 

—Wang Ye debería calmarse, los niños no son sensatos—. Mu Jin ya también estaba un poco incómodo, y miró a Mu Hanzhang, quien se ocultaba a medio paso detrás de Jing Shao.

 

 

 

Mu Hanzhang, al ver cómo se había tornado la situación, se acercó y agarró el brazo de Jing Shao, instándolo gentilmente. —Está bien, todos son hermanos de mi familia, no te enojes más Wang Ye.

 

 

 

Jing Shao al escuchar estas palabras, palmeó su radiante y delgada mano. —Si a Wang Fei no le importa molestarse por esto, entonces este asunto se va a considerar terminado. Si en el futuro este Príncipe ve que alguien le falta el respeto a su Wang Fei, ¡no le culpen por pelearse y volverse hostil con ellos!

 

 

 

 

 

 

El grupo de primos encogió su cabeza hacia atrás, para conseguir la aprobación de Mu Jin, y se fueron con una triste mirada.

 

 

—Tercer hermano, ¿no envió el tío a alguien para decirnos que venía un invitado distinguido al que deberíamos acompañar hoy, así que nos dio medio día libre? ¿Por qué no vamos por ese invitado ahora?—. Preguntó el hermano menor en voz baja.

 

 

—Cállate—. Los hermanos a cada lado de él le taparon la boca rápidamente y desaparecieron del patio.

 

 

—Este viejo funcionario no es tan estricto normalmente e hizo que Wang Ye viera a algo vergonzoso—. Mu Jin suspiró y miró al hermoso Mu Hanzhang de pie, erguido junto a Jing Shao, deslumbrando un porte extraordinario. Y no pudo evitar sentirse un poco melancólico. En esta generación de la Familia Mu, entre los hijos de la primera esposa, ¡ninguno ha trabajado duro! Ahora, parecía que el que tenía un decente comportamiento acorde a la familia Mu era este bastardo que ya había sido casado.

 

 

Cuando regresaron al Palacio por la tarde, el Sr. Yun los saludó apresuradamente y les informó. —Wang Ye, Su Alteza el Segundo Príncipe envió a una persona aquí para usted hoy, queriendo que vaya allí lo más antes posible una vez que haya regresado.

 

 

Jing Shao frunció el ceño y Mu Hanzhang dijo: —Ya que su hermano lo está buscando por un asunto urgente, deberías apurarte.

 

 

 

Jing Shao asintió, se dio la vuelta para subirse a Xiao Hei y salió corriendo.

 

 

Mu Hanzhang tomó una siesta por la tarde en su dormitorio. Y tan pronto como se levantó, escuchó a Yun Zhu decir que Zhou Jin había venido de visita. Por lo que se vistió rápidamente y fue al salón de té del Pabellón Tingfeng.

 

 

 

—El hermano mayor Zhou ha estado esperando durante mucho tiempo—. Mu Hanzhang dijo en tono de disculpa.

 

 

—Acabo de llegar. El restaurante Huiwei es el tipo de negocio en el que sólo tengo tiempo libre después del mediodía—. Zhou Jin le sonrió alegremente.

 

 

 

Cuando Mu Hanzhang escuchó sus palabras, se relajó y preguntó si había algo que necesitaba.

 

 

—¿No dijiste que querías abrir una pequeña tienda la última vez?—. Zhou Jin bebió un pequeño sorbo de té. Las variedades de té que se servían en el Palacio del Príncipe eran todas de flores distribuidas por el Departamento de la Casa Imperial, por lo que eran productos de la más alta calidad que uno ni siquiera podía comprar en el mercado. Hacia Zhou Jin, quien prestó especial atención a comer y beber, naturalmente pudo notar la diferencia del sabor y no pudo evitar continuar tomando de su taza. —Todos los productos que deberían estar en la capital ya están allí. Si la pequeña tienda no cuenta con una reputación establecida, el negocio no le será fácil a menos que venda algunos artículos extraños.

 

 

 

—¿Artículos extraños?—. Cuando Mu Hanzhang vio que le gustaba el té, le dio a Yun Zhu una mirada significativa, y Yun Zhu, comprendiéndolo, le sirvió un poco más a su invitado.

 

 

—En cuanto a los artículos que le faltan a la capital, esos también serían buenos para vender, cuando estaba en Jiangnan vi uno en especial—. Dijo Zhou Jin, y una pequeña sonrisa no pudo evitar destellarse en su rostro. —Anoche, cuando me iba a la cama, de repente lo recordé.

 

 

 

—¿Oh?—. Mu Hanzhang ahora tenía algo de curiosidad. Algo de Jiangnan, que rara vez se vea en la capital. ¿Por qué hasta ahora nadie lo había vendido?

 

 

Zhou Jin sonrió y tomó un pequeño sorbo de su té antes de decir dos palabras. —Ungüento perfumado.

 

 

 

—¿Ungüento perfumado?—. Mu Hanzhang hizo una pausa, ¿qué era eso? Realmente no había oído hablar acerca de ello antes.

 

 

 

 

 

—Jaja, esto se vende muy bien en Jiangnan. Cuando fui con mi esposo a la capital, descubrí que los norteños rara vez lo usan. Y lo único que se vende en la ciudad es un aceite perfumado que en realidad no tiene ningún olor—. La esquina de los labios de Zhou Jin se convirtió en una sonrisa malvada, mientras contaba delicadamente acerca de los usos ideales de este tipo de «Ungüento perfumado».

 

 

 

En Jiangnan, habían varios talleres conocidos especializados en ungüentos perfumados, en los cuales incorporaban flores y plantas de temporada, de muchas variedades. Los ungüentos eran diferentes a los aceites, ya que se podían colocar y llevar en persona en una caja, y eran muy fáciles de usar una vez que entraban en contacto con el calor. Es solo que estos artículos eran pequeños y el precio barato. Por lo que los comerciantes miraban con desprecio a ese pequeño ingreso monetario y se negaban a viajar tan lejos solo para venderlos. Además, habían pocas flores y plantas en el norte y ningún taller para su elaboración.

 

 

Después de escuchar a Zhou Jin durante medio día, Mu Hanzhang finalmente se dio cuenta de qué era esto. Y su hermoso rostro no pudo evitar tornarse de un intenso color rojo.

 

 

El llamado ungüento perfumado era del tipo de grasa que se utilizaba como lubricante durante los «tiempos felices» entre hombres. Era muy rentable para su nuevo negocio, aunque este tipo de artículos ya eran muy populares en la capital, donde habían muchas esposas masculinas, los comerciantes no podían evitar pensar en que el viaje era muy lejano y tal vez que el costo recaudado no iba a valer comparado con dicho esfuerzo. Entonces, hasta ahora, muy pocas personas lo han vendido.

 

 

 

Zhou Jin le regaló una caja de ungüento perfumado sin abrir a Mu Hanzhang, y Mu Hanzhang miró hacia ese tranquilo rostro ajeno, ambos eran hombres, por lo que se regañó en secreto por ser tan tímido. Así que reprimió su propia vergüenza aceptando a dicho obsequio con calma, y ​​le pidió a Yun Zhu una cantidad de té para Zhou Jin a cambio de aquel regalo.

 

 

Zhou Jin tampoco lo rechazó. Simplemente tomó la caja de hojas de té y le dijo que fuera a buscarlo una vez que hubiera pensado en dicha idea, y luego se dirigió a su ajetreado negocio en el restaurante Huiwei.

 

 

 

Jing Shao corrió al palacio del segundo príncipe, y no pudo evitar estar algo preocupado cuando se enteró de que el Padre Imperial estaba enviando a su propio hermano a investigar acerca del robo del tributo.

 

 

—El Padre Imperial me está dando la oportunidad de obtener un título. Esto definitivamente es algo positivo y siempre será mejor que luchar como el hermano imperial mayor en esa guerra—. Jing Chen, al ver que su hermano menor estaba preocupado por él, se sintió extremadamente feliz en su corazón.

 

 

 

El Rey del Suroeste era un hombre astuto. Y como ya había actuado, seguramente ya había dejado un plan de respaldo, por lo que sin importar lo que le decía su hermano, las cejas de Jing Shao no se relajarían. —¿Cuántas tropas planea enviar el Padre Imperial?

 

 

—Este asunto solo se puede aclarar investigando en secreto, así que sólo me han designado a cuatro guardaespaldas imperiales y a un oficial de tercer rango para acompañarme—. Dijo Jing Chen.

 

 

 

—¿Cómo está esto bien?—. Jing Shao casi se levantó de un salto. En su opinión, como las artes marciales de su hermano no eran muy buenas y sólo le habían dado cuatro guardias. En el caso de que se encontraran con algún bandido en la montaña, no serían capaces de lidiar con ellos, y mucho menos con el Rey del Suroeste, quien tenía un masivo poder militar entre sus manos. —Te daré quinientas personas y te seguirán a lo lejos, por lo que si algo pasara, ellos pueden ayudarte.

 

 

—¿Dónde van a esconderse quinientas personas? ¡Definitivamente no!—. Jing Chen negó sin siquiera pensarlo.

 

 

Después de un largo proceso de negociación, los dos hermanos dieron un paso atrás para conseguir un acuerdo entre ambos. Ante ello, Jing Shao envió a dos expertos en artes marciales para acompañar a su hermano. Y los otros cincuenta soldados se dispersaron alrededor del suroeste, para observar por si la situación los necesitara.

 

 

Al salir del Palacio del segundo príncipe, Jing Shao todavía se sentía incómodo. E hizo que Yun Song fuera a su villa y asignó a Ren Feng que eligiera a dos expertos de primer nivel.

 

 

 

Al regresar a su habitación, en el Lado Este pudo ver a su Wang Fei sentado solo bajo la luz, mirando aturdido a una pequeña elegante caja en su mano.

 

 

Por lo que Jing Shao silenciosamente se acercó a él, agarró la caja con un movimiento y la giró en su mano. —¿Qué es esto?—. Abrió su tapa y dentro pudo encontrar a una untuosa y translúcida crema que soltaba un estallido a una delicada fragancia, que no era enfermizamente dulce, sino al contrario, era algo seductora.

 

 

—Esto… Esto es…—. Mu Hanzhang saltó, sorprendido. Y cuando se recuperó, su rostro se sonrojó rápidamente. —Es un producto que el hermano mayor Zhou me dio hoy.

 

 

—¿Oh?—. Jing Shao levantó sus cejas y se acercó lentamente a la oreja de Wang Fei, para soplar en aquella sonrojada oreja, preguntó. —Entonces, ¿por qué tu cara está tan roja?

 

 

 

Mu Hanzhang se frotó los labios, miró a Jing Shao, tomó la caja de la mano ajena y regresó a la habitación interior, ignorándolo.

 

 

Jing Shao estaba atónito. Inesperadamente, ¿su Wang Fei estaba empezando a ser más temperamental con él? Ante ello, apretó su puño en sus labios y ahogó a una ligera risa, para luego ir también hacia el dormitorio interior.

 

 

Naturalmente, Jing Shao sabía cuál era ese artículo. Aunque nadie lo vendía en la capital, el Departamento de la Casa Imperial compraba algunos cada año. La ley estipulaba que las personas solo podían casarse con esposas masculinas y que no se permitía tomar concubinas masculinas, pero aun así esas restricciones no se aplicaban al «Hijo del Cielo», por lo que habían muchas concubinas masculinas en el palacio imperial. Además, como él era un Príncipe que se casó con una esposa masculina, ese Departamento naturalmente le otorgaría muchas de estas clases de cosas. Por lo que justo en el armario encima de la cama, habían varias cajas de buenos ungüentos perfumados.

 

 

Al entrar en la habitación interior, vio a su Wang Fei tendido en su cama con la ropa aún puesta, y todavía seguía enfadado, mirando hacia la pared e ignorándolo, mientras que sus orejas seguían tan rosadas como antes.

 

 

 

Jing Shao contuvo su risa y saltó sobre la cama, colocando a aquel hombre de la cama entre sus brazos. —No te molestaré más. Realmente rara vez eso se vende en la capital. Por lo que si quieres hacer de esto un negocio, de hecho, es muy fácil de hacer. El general de los soldados en Jiangnan tiene una muy buena relación conmigo y envía cartas cada diez días. Puedo pedirle que también mande un poco de esto en cada oportunidad.

 

 

—¿Cómo valdría esto la pena? Si él se niega a aceptar dinero, ¿no se convertirá en sólo corrupción?—. Mu Hanzhang giró su cabeza y frunció su ceño. Esta pequeña cosa no vale mucho dinero. Ya sea desde la relación de ser amigos o de ser solamente gobernante y subordinado, de cualquier manera, el General Jiangnan no iba a pedir dinero. Y Mu Hanzhang sólo quería ganarse la vida, por lo que si le traía problemas a Jing Shao, sus ganancias tal vez no compensarían a las pérdidas.

 

 

 

Al ver que Jun Qing estaba pensando en esto por sí mismo, Jing Shao no pudo evitar besarlo en su boca. —Puedes estar tranquilo, este tipo es famoso por ser un tacaño. Él se asegurará absolutamente de que le des una cantidad monetaria y de que esta no esté en ningún momento incompleta. Quizás incluso te pida que te encargues de los gastos extra por su viaje. Por lo que tendré que hacer un buen trato con él.

Prev
Next
Novel Info

MANGA DISCUSSION

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

You must Register or Login to post a comment.

Apoya a este sitio web

Si te gusta lo que hacemos, por favor, apóyame en Ko-fi

© 2024 Ares Scanlation Inc. All rights reserved

Sign in

Lost your password?

← Back to Ares Scanlation

Sign Up

Register For This Site.

Log in | Lost your password?

← Back to Ares Scanlation

Lost your password?

Please enter your username or email address. You will receive a link to create a new password via email.

← Back to Ares Scanlation

Premium Chapter

You are required to login first