Evolución de una carpa a un dragón divino - Capítulo 377
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- Capítulo 377 - ¡Todos se dirigen a Ciudad Longyin!
“¿Realmente están descendiendo cerca de Ciudad Longyin? ¿Qué planean exactamente?”
Mientras Luo Xue volaba hacia la zona distante, reflexionaba en silencio. Antes había especulado que esa gran flota de naves espaciales quizá aterrizaría en su país, pero no esperaba que la zona de aterrizaje estuviera tan cerca de Ciudad Longyin.
¿Podría ser que las dos ruinas especiales cercanas a Ciudad Longyin fueran realmente la razón principal por la que esos extraterrestres estaban siendo atraídos ahí?
Mientras se dirigía al lugar, Luo Xue llamó a Lin Hao. Aunque la llamada se conectó, nadie contestó.
¿Podría ser que Lin Hao no estuviera disponible? Tal vez estaba durmiendo o en medio de una evolución. Luo Xue consideró varias posibilidades.
Sin embargo, no tenía tiempo de pensarlo ahora. ¡La llegada de tantas naves espaciales cerca de Ciudad Longyin sería un desastre para toda la ciudad! Aún no estaba clara la fuerza de esos extraterrestres, pero con tantas naves de gran tamaño llegando al mismo tiempo, sus números sin duda serían enormes.
Incluso con Zhang Tiansheng y Luo Zhendong en Ciudad Longyin, su fuerza combinada estaba muy lejos de ser suficiente para resistir la inminente invasión extraterrestre.
Sin dudarlo, bajo la orden de Luo Xue, la energía de su armadura de combate alcanzó su punto máximo, y su velocidad de vuelo se aceleró al máximo.
…
“¡Señor Zhang! ¡Algo anda mal, tenemos problemas!”
En ese momento, Zhang Tiansheng avanzaba a toda prisa por un largo pasillo hacia un espacio subterráneo lleno de esculturas de Bestias Colosales, cuando varios hombres con armadura aparecieron desde la dirección contraria.
Al verlo, se detuvieron de inmediato y hablaron con nerviosismo.
“¿Qué pasó?” preguntó Zhang Tiansheng sin vacilar, intuyendo que algo grave había ocurrido.
“¡Las esculturas de las Bestias Colosales de repente han comenzado a agrietarse! ¡Y nuestros instrumentos empezaron a detectar fluctuaciones de energía vital! ¡Sospechamos que las Bestias Colosales podrían estar despertando!”
Los hombres informaron con urgencia. Incluso dentro de sus armaduras, el sudor les escurría por la frente.
¡La situación era crítica! Justo cuando Zhang Tiansheng había llegado, los temblores que parecían haberse calmado comenzaron a intensificarse otra vez. No solo aumentaron, sino que también aparecieron grietas en las esculturas de las Bestias Colosales. Los detectores de energía vital mostraban lecturas cada vez más fuertes.
“¡Maldita sea!” El rostro de Zhang Tiansheng se ensombreció al escuchar esas palabras. ¡Si era así, esas criaturas realmente podían estar despertando!
“¡Iré a revisar! ¡Averigüen si llegó algún mensaje de la sede y hagan que el gobierno prepare la evacuación inmediata de los residentes de Ciudad Longyin!”
Zhang Tiansheng gritó mientras se apresuraba hacia adelante. No había tiempo que perder en charlas.
“¡Sí!” Los hombres, entendiendo la urgencia, corrieron hacia la superficie sin dudar.
Zhang Tiansheng siguió descendiendo. Impulsado por la formidable energía del Traje de Batalla Tipo 1, volvió rápidamente al espacio subterráneo.
Al llegar, una serie de alarmas resonaban sin cesar.
“¡Señor Zhang! ¡Señor Zhang! ¡Las esculturas de las Bestias Colosales están emitiendo señales de energía vital!”
Los guardias restantes, cubiertos completamente por sus armaduras negras y empuñando espadas de guerra, estaban listos para luchar.
“¡Déjenme ver!” Zhang Tiansheng se apresuró, su mirada fija en las esculturas. Pequeñas grietas habían aparecido en sus superficies y, conforme los temblores se intensificaban, esas grietas se multiplicaban.
Parecía como si las esculturas estuvieran a punto de romperse, o como si algo intentara liberarse desde dentro. Zhang Tiansheng miró de reojo el detector de energía vital cercano. Era similar a una computadora multifuncional, mostrando un radar lleno de puntos rojos que se multiplicaban rápidamente.
Esos puntos, que al principio eran diminutos, ahora crecían visiblemente. Los ojos de Zhang Tiansheng se abrieron con asombro.
“Estas criaturas… realmente están mostrando fluctuaciones de energía vital…” murmuró. Aunque mentalmente se había preparado para esa posibilidad, verlo con sus propios ojos lo tomó por sorpresa. Los niveles de energía estaban aumentando con claridad. Si seguía así, las bestias despertarían de verdad.
“¡Necesito revisar allá!” Impulsado por un pensamiento repentino, Zhang Tiansheng tomó el detector y corrió hacia otra zona. Que las esculturas despertaran era grave, pero lo que más le importaba era confirmar si en particular una de ellas también mostraba señales.
Se movió con rapidez y pronto llegó al lugar designado.
¡El Dragón de Cinco Cabezas!
Ante él se alzaba la inmensa escultura del Dragón de Cinco Cabezas. A diferencia de las demás, esta no mostraba grietas. Revisó el detector y confirmó que no había ninguna fluctuación de energía proveniente de la escultura.
“No ha despertado, no ha despertado.” Suspiró aliviado. Incluso si las otras bestias revivían de su forma pétrea, podrían ser enfrentadas. Pero el Dragón de Cinco Cabezas era una criatura excepcionalmente poderosa. Si despertaba, sería casi imposible de derrotar.
¡Boom!
Justo cuando Zhang Tiansheng exhalaba con alivio, el suelo tembló con violencia. El sacudón casi lo hizo caer.
¡Crash!
Se giró de golpe y vio una de las esculturas derrumbarse. Los hombres acorazados detrás de él apuntaban al frente, con los cuerpos temblando.
“¡Señor Zhang! ¡Mire… mire detrás de usted!”