El Maestro de las Plantas Espirituales - Capítulo 91
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- Capítulo 91 - Ventas de Bebidas (II)
El negocio de la tienda de bebidas estaba en pleno auge. Xu Muan y Xiao Jingting desarrollaron varios productos nuevos y los pusieron a la venta en la tienda.
Todos los cultivos plantados en los campos de Xiao Jingting se convertían en productos terminados y se enviaban a la tienda de bebidas. Mientras Xiao Jingting contaba los billetes de plata, sus ojos brillaban con entusiasmo.
“¡Un total de treinta y dos mil taeles, qué gran ganancia!” Después de deducir los costos y el veinte por ciento de dividendo de Xiao Jinfeng, aún quedaban treinta y dos mil taeles, lo cual era realmente excelente.
Xu Muan miró a Xiao Jingting y dijo:
—Paga la deuda, y compra un poco más de jade espiritual.
Xiao Jingting asintió:
—¡Cierto! Y también compremos otro anillo espacial.
Xu Muan estaba un poco confundido.
—¿Por qué te gustan tanto los anillos espaciales?
Xiao Jingting se encogió de hombros.
—Ese es un sueño que mucha gente no puede alcanzar en toda su vida.
Xu Muan miró la expresión de Xiao Jingting y entendió inmediatamente. ¿“Esa gente” de la que hablaba… era del otro mundo?
—Entonces compra uno, será más fácil para transportar cosas.
—El jade espiritual es de poca utilidad ahora. ¿Crees que haya otras cosas? —preguntó Xiao Jingting.
Xu Muan pensó un momento y respondió:
—Hay jade espiritual de distinta calidad. El que hemos visto antes era de calidad baja. Aparte de ese, el jade espiritual de grado medio cuesta entre 500 y 600 taeles de plata, y el jade espiritual de grado superior cuesta mil taeles. Además, hay un recurso llamado piedra espiritual por encima del jade espiritual. Pero esas piedras solo circulan en las grandes ciudades. Aquí hay pocas, y la piedra espiritual de peor calidad debería costar unos diez mil taeles de plata.
Xiao Jingting: —…
—Primero ganemos dinero. Sin plata, todo es inútil —dijo Xiao Jingting.
Xu Muan asintió.
—De acuerdo.
—Con la plata, primero compremos un lote de jade espiritual de la mejor calidad —dijo Xiao Jingting.
Xu Muan asintió otra vez.
—Bien. Por cierto, ¿cómo van las orquídeas gorrión en el espacio?
Xiao Jingting negó con la cabeza.
—Por fin germinaron, pero todavía falta mucho para que crezcan.
Xu Muan soltó un suspiro de alivio.
—Mientras puedan brotar, está bien. De todos modos, aún falta mucho para llegar al pico del quinto nivel de la Práctica de Qi.
—No exactamente —Xiao Jingting volvió a negar. Si cultivaba hasta el quinto nivel de Práctica de Qi solo confiando en meditar todos los días, no podría sentir que el aura aumentara. Incluso él, que se nutría diariamente con agua del manantial espiritual, podía sentir solo un aumento muy limitado en su aura. No era de extrañar que Xiao Qingyan hubiera estado en el quinto nivel de Práctica de Qi durante los últimos cinco o seis años.
……
Sun Miaoyin observaba desde lejos la tienda de bebidas al otro lado de la calle.
—¿Es esta? —preguntó.
—Sí, señorita, es aquí. Mire, los dos niños están cobrando. El mayor es muy listo y nunca se equivoca. El pequeño no es tan brillante, pero es muy fuerte —dijo la sirvienta.
Los ojos de Sun Miaoyin se entrecerraron. “No es muy brillante” era una manera amable de decirlo. Según su hermana, ¡el hijo menor de Xiao Jingting había nacido con fiebre alta y se había vuelto tonto!
—¿Una tienda así puede generar una ganancia de cinco mil taeles al día? —Sun Miaoyin estaba sorprendida.
La sirvienta asintió.
—Sí. El vino espiritual que se vende está limitado a seis botellas por día; cada botella cuesta quinientos taeles de plata. Solo eso ya suma tres mil taeles, más el dinero de las bebidas frías. En total unos cinco mil taeles, más o menos. Se dice que últimamente han sacado nuevas bebidas de alta gama y una taza cuesta tres o cuatro taeles de plata, pero aun así mucha gente las compra.
—¿Tan caro y aun así hay gente que las compra? —preguntó Sun Miaoyin.
—¡Sí! Las frutas espirituales exprimidas para hacer los jugos son de grado superior y contienen energía espiritual, así que no solo saben bien, sino que pueden mejorar un poco la cultivación. Sin embargo, la energía espiritual que contienen es limitada; solo sirve para algunos niños que recién empiezan a cultivar. Escuché que todos los ingredientes los cultiva Xiao Jingting —explicó la sirvienta.
Sun Miaoyin asintió.
—¿De verdad? Vamos.
—Hola, ¿qué le preparo? —preguntó Xiao Xiaofan.
—Seis botellas de vino espiritual —dijo Sun Miaoyin.
Xiao Xiaofan ladeó la cabeza, miró atentamente a Sun Miaoyin y dijo:
—No quedan seis. Ya compraron tres botellas, solo quedan tres.
—Entonces tres botellas —dijo Sun Miaoyin.
Xiao Xiaofan abrió la boca y gritó:
—¡Segundo tío, segundo tío, una gran clienta viene a comprar vino!
—¡Idiota! —regañó Xiao Xiaodong.
Xiao Xiaofan se amurró.
—Mi hermano mayor realmente me odia. Me volvió a regañar…
Xiao Jinfeng salió con una sonrisa.
—¡Llegó la gran clienta! Déjeme ver. —Pero al ver a Sun Miaoyin al otro lado del mostrador, su expresión cambió rápidamente—. ¡Señorita Sun! Vino, ¿verdad? Son tres botellas, mil quinientos taeles de plata.
Xiao Xiaodong miró a Sun Miaoyin y dijo con indiferencia:
—Mil quinientos taeles de plata.
El rostro de Sun Miaoyin se tensó mientras sacaba los billetes de plata y se los entregaba a Xiao Xiaodong.
Xiao Jinfeng tomó el vino y se lo entregó a Sun Miaoyin. Sin decir nada más, volvió a sus labores.
El rostro de Sun Miaoyin se oscureció al verlo marcharse.
—Ay, la gran clienta se fue. Hermano, ni siquiera le diste una tarjeta VIP para que volviera la próxima vez —murmuró Xiao Xiaofan.
—A ella no se le dará —dijo Xiao Xiaodong fríamente.
Xiao Xiaofan estaba confundido.
—¿Por qué no?
—Dije que no y punto. No hay razón —respondió Xiao Xiaodong, con la cabeza en alto.
Xiao Xiaofan frunció los labios.
—Hermano es realmente mandón…
Xiao Xiaodong resopló.
—Eres un niño inocente, no entiendes.
Al rato, Xiao Jinfeng volvió a salir. Xiao Xiaodong sacó los billetes de plata.
—Segundo tío, esta es la nota que dio la mujer de hace un momento. —A Xiao Xiaodong le preocupaba perder dinero, así que se lo entregaba a Xiao Jinfeng cada cierto tiempo.
—Las ventas de hoy están muy bien —comentó Xiao Jinfeng.
—¡Las ventas de estos días han sido muy buenas! Cuando gane más dinero, le pediré a papá que me compre un poni que pueda volar —dijo Xiao Xiaofan.
Xiao Xiaodong resopló.
—Solo piensas en gastar dinero sin pensar.
—¡Hermano, no me desanimes todo el tiempo! Si sigues echándome a perder mis ilusiones, cuando tenga el poni no te dejaré montarlo —amenazó Xiao Xiaofan.
Xiao Xiaodong: —…