El demonio celestial te dará un masaje - Capítulo 256
—Wow…
Desde el momento en que salieron del aeropuerto y el auto comenzó a avanzar por la carretera, las exclamaciones de Kang Hoyeon no cesaban.
—Esto es… América sí que es diferente.
Era el epítome del derroche. Más allá de las grandes ventanas de la limusina, se desplegaba una deslumbrante vista nocturna de la ciudad, y Kang Hoyeon no podía apartar la mirada.
—Jaja. No todo Estados Unidos es así. Este lugar, Las Vegas, tiene esa atmósfera.
Rigel, que iba sentado en el asiento del copiloto, habló mientras volteaba hacia atrás.
—Escuché que usted mencionó específicamente que quería venir a Las Vegas. ¿No sabía de antemano cómo era?
—No… en realidad no conocía muchos lugares en Estados Unidos. Solo recordé haber escuchado por ahí que Las Vegas era muy bonita.
Kang Hoyeon respondió la pregunta de Rigel, pero su mirada seguía fija en la ventana. Más allá del cristal, una enorme rueda de la fortuna giraba iluminada por luces de colores.
—Todo el entorno parece un resort gigante.
Kang Taehan, que había estado observando en silencio el paisaje nocturno, también habló. Su comentario no era ninguna exageración. Mirando a su alrededor, se sentía como si estuvieran dentro de un enorme parque temático. Al menos, eso era lo que podía percibir.
—Ah, ya lo veo. Ese edificio que se ve adelante, el de techo con forma de cúpula.
En ese momento, Rigel señaló hacia el frente y habló. Había un edificio espléndido emergiendo entre la jungla de rascacielos.
—Creo que sé a cuál te refieres. ¿Y qué con él?
—Ese es el hotel donde se hospedarán ustedes dos. Es un edificio muy distintivo, así que aunque se lleguen a perder, pueden ubicarlo fácilmente con solo verlo.
Kang Hoyeon se inclinó hacia adelante por un momento, miró de nuevo al frente y luego soltó una carcajada.
—¿Entonces dices que eso es un hotel?
—Sí, así es.
—Huh… es tan grande que pensé que era como el ayuntamiento o el congreso, algo a lo que la gente común ni se acerca.
Esta vez fue Rigel quien soltó una carcajada.
—Jajaja, eso sería imposible. Un edificio público no puede ser tan lujoso, ¿verdad? Los ciudadanos se quejarían de que están malgastando sus impuestos.
—Ahora que lo dices, tiene sentido.
Kang Hoyeon asintió. Luego, tras un breve silencio, murmuró para sí mismo:
—Hospedarse en un hotel así…
Después miró a Kang Taehan, que iba sentado a su lado, y dijo:
—Sabes, desde que llegamos a Incheon, he vivido tantas cosas increíbles que siento que nada de esto es real. Como si estuviera soñando.
En el Aeropuerto de Incheon, pasaron tiempo en el lounge de primera clase, y durante el vuelo comprobaron que eso de «hotel sobre las nubes» no era ninguna exageración, pues viajaron en primera clase.
Y al llegar a Estados Unidos, les dijeron que los esperaba un helicóptero, y ahora les informaban que su alojamiento era en un lugar que parecía más un palacio que un hotel…
—Siento que si abro los ojos ahora, voy a estar estirándome para abrir la tienda.
Era natural que sintiera cierta irrealidad. Cosas que nunca había vivido antes, cosas que sorprenderían aunque solo pasaran una vez, estaban ocurriendo una tras otra en menos de un día.
—¿Quieres que te pellizque?
—No, está bien… ¡Ay!
La mano de Kang Taehan se movió más rápido que la respuesta de Kang Hoyeon. Sin embargo, en lugar de pellizcarle la mejilla, presionó ligeramente el punto de acupresión Dazhui, ubicado justo debajo del cuello.
—Oh… Solo con presionar ese punto se me aclaró la mente.
Kang Hoyeon movió levemente el cuello después de recibir la presión.
Solo una ligera presión, y de repente su mente se sentía más ligera y despejada. Incluso la fatiga del viaje parecía haber desaparecido. Kang Taehan le sonrió y preguntó en tono suave:
—¿Cómo ves? ¿No es un sueño, verdad?
—Hmm, tienes razón… jajaja.
No se puede tener la mente tan clara si uno está soñando. Kang Hoyeon se rascó la cabeza con una expresión incómoda, y luego soltó una carcajada. Estaba feliz de estar viviendo estas experiencias tan maravillosas, y más aún porque era junto a su hijo.
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—Entonces, ¿qué tal estuvo la cena? ¿La disfrutaron?
—Sí. Estuvo muy buena. A mi padre también le gustó.
Pasado un tiempo, después de haber cenado.
Kang Taehan y Rigel estaban sentados en una mesa de la cafetería del lobby, conversando. Rigel habló en voz baja con una ligera sonrisa.
—Qué alivio. He escuchado que muchos coreanos batallan para adaptarse a la comida extranjera.
—Bueno, el filete no es algo que la gente suela rechazar. A mi papá también le gusta la carne.
Kang Taehan recordó la expresión de sorpresa de su padre al ver el tamaño del filete que les sirvieron en la cena.
Definitivamente era un menú por tiempos con varios platillos, pero con solo el filete ya uno quedaba satisfecho.
—Ah, entonces voy a buscar una lista de buenas parrillas por aquí.
Rigel asintió ante las palabras de Kang Taehan y murmuró, luego empezó a tomar notas en su libreta como si lo dijera en serio. Después habló en voz baja:
—Por cierto, la razón por la que lo llamé, señor Taehan, fue para hablar del itinerario.
—Claro.
Kang Taehan asintió.
Ni qué decir tiene que Kang Taehan no vino aquí solo para pasear. Lo estaban tratando tan bien porque había algo que se le había prometido a cambio.
Sin embargo, durante todo el trayecto desde el aeropuerto hasta aquí, Rigel no mencionó en absoluto ningún tema relacionado con trabajo.
¿Fue intencional, o simplemente por la situación? Si fue lo primero, entonces fue una consideración para que su padre pudiera disfrutar del viaje como un turista más.
—De hecho, yo también tenía curiosidad por eso.
Por lo tanto, Kang Taehan mostró una reacción receptiva. Al menos hasta ahora, estaba satisfecho con el trato recibido, así que estaba dispuesto a escuchar.
—Jajaja, me alegra que lo vea así, señor Taehan. Tenía un poco de miedo de que se sintiera incómodo.
Rigel también sonrió ante la reacción de Kang Taehan. Este le hizo otra pregunta, como si sus palabras anteriores no fueran solo por cortesía.
—Entonces, ¿cuándo llegarán los jugadores?
—Ah, en realidad, los jugadores ya están aquí.
—Hmm, ya veo.
Kang Taehan asintió lentamente. Así que los jugadores estaban ya en Las Vegas, y ajustarían la agenda según la fecha que él eligiera.
—Así que, señor Taehan, solo tiene que decirme qué día prefiere. Cualquier día que elija, ya tenemos todo preparado.
Tal como pensaba, Rigel confirmó. Pero añadió una frase más, como si fuera un pequeño empujón.
—Por supuesto, desde nuestro punto de vista, sería ideal que pudiera comenzar lo antes posible… además, así usted podrá disfrutar del turismo una vez termine el trabajo.
No era una petición irracional.
Hmm. Tras pensar un momento, Kang Taehan asintió lentamente.
—Está bien. Entonces, sin darle muchas vueltas, empecemos mañana.
Estaban haciendo todo lo posible por acomodarse a su situación. Hasta Kang Taehan lo notaba claramente.
Y debía haber una razón para eso.
Primero, estaba el caso de Caliber, lo cual servía como justificación y forma de agradecimiento. O quizás buscaban un milagro similar al que había logrado con el Everton FC, pero ahora en el fútbol americano.
Sin embargo, fuera cual fuera el caso, Kang Taehan estaba bastante satisfecho con el trato y la consideración. En especial porque su padre también lo estaba pasando muy bien gracias a ello.
Entonces, ¿no era justo que él también les correspondiera?
Kang Taehan miró a Rigel y preguntó en voz baja:
—¿Está bien si programamos así?
—¡Por supuesto! ¡Nosotros mismos dijimos que mientras antes mejor! Jaja, gracias.
Mientras decía eso, Rigel sacó una tablet y mostró un calendario en pantalla. Luego apuntó al día siguiente y al posterior, y dijo:
—Por ahora, le estamos pidiendo dos días de masajes, señor Taehan. Tengo entendido que se acordó que serían treinta minutos por persona, ¿es correcto?
Kang Taehan asintió.
Si solo realizaba las técnicas necesarias de forma sencilla, no habría problema en hacerlo en diez minutos, pero así lo habían acordado porque les pareció muy corto ese tiempo.
—Los perfiles de los jugadores que recibí suman veintisiete personas, así que podría terminarlo en un día.
—Uh… bueno, eso es cierto… pero… no queremos explotar al señor Taehan. También necesita descanso, y es difícil para los jugadores esperar toda la noche.
Eso tenía sentido. Kang Taehan asintió y lanzó otra pregunta.
—¿Mi padre podrá disfrutar de un recorrido turístico por separado mientras trabajo?
—Por supuesto. También recibimos esa información, y ya hicimos todos los preparativos. Naturalmente, cuando usted termine, se unirá al recorrido.
Mientras decía eso, Rigel mostró en la tablet un documento que extendió hacia Kang Taehan.
Lo que se mostraba ahí era un plan de viaje tan completo que haría que cualquier agencia de viajes se sintiera avergonzada. Lugares turísticos dentro del área, selección de restaurantes según gustos, plan de seguridad y atención médica en caso de emergencia…
‘Con razón solo me pidieron que viniera yo.’
No había nada de qué preocuparse.
Solo tenía que disfrutar, y si acaso era quisquilloso, bastaba con decir qué no le gustaba. Seguramente cambiarían el plan en consecuencia.
¿Era esto lo que llamaban tratamiento VVIP?
Al principio el término sonaba infantil, como una exageración con una V extra al VIP, pero la escala estadounidense era otra cosa.
—El plan es bastante detallado.
—Sí. Más vale estar preparados. Ah… claro, si prefiere hacer algo por su cuenta o tiene un lugar en específico que quiera visitar, puede hacerlo.
Rigel añadió eso como si fuera por si acaso.
Kang Taehan asintió en silencio, y luego abrió la boca con voz baja, como si recordara algo de pronto.
—Ah, ahora que lo pienso, hay algo que quería preguntar.
—Dígame sin problema.
—Si llego a encontrarme con un ladrón, ¿qué debo hacer?
Podría sonar como un prejuicio, pero…
Aun así, cuando pensaba en las calles estadounidenses de noche, le parecían más peligrosas que las de Corea. El orden público era diferente, y además, la posesión de armas era legal.
Por supuesto, no pensaba que algo fuera a pasar en plena ciudad como esta, pero nunca estaba de más tener presente las precauciones locales al viajar.
—Ah, no se preocupe. Los miembros de nuestro equipo de guías están para asistir durante los recorridos, pero también brindan seguridad. Aunque son guías, todos son profesionales de seguridad, así que deje eso en nuestras manos.
Y Rigel respondió de inmediato. Tal vez porque era algo que le daba orgullo, habló con voz más seria que antes, golpeándose ligeramente el pecho.
—Eh… no, no me refería a eso.
Pero eso no era lo que Kang Taehan quería saber.
Con una sonrisa incómoda, volvió a hablar:
—Me refería a qué tanto puedo legalmente someter a la otra persona si llega a suceder algo como un robo.
—Aha… ¿eh?
Rigel asintió, pero con una expresión ambigua. Era porque la pregunta de Kang Taehan no parecía estar preocupándose por su seguridad, sino por los límites del uso de la fuerza en defensa propia.
Pero era una pregunta válida. Rigel comenzó a responder con la misma expresión incómoda.
—Bueno, para decirlo simple… depende de si la otra persona usó la violencia primero o no, y de si objetivamente era una situación de peligro de muerte o no.
—Hmm… ¿y cómo se diferencia cada caso?
—Primero que nada, si te agreden físicamente, puedes responder con violencia. Y si se reconoce que era una situación de peligro mortal, incluso si matas a la otra persona, se considera defensa propia.
—Hmm…
Ante las palabras de Rigel, Kang Taehan se quedó pensando por un momento. Luego, como si quisiera confirmar, resumió:
—Si el otro intenta usar violencia, puedo responder con violencia. Si amenaza mi vida, puedo quitarle la suya… ¿Es así?
—En resumen, sí.
—Entendido.
Kang Taehan asintió lentamente. No sabía por qué, pero parecía que esa respuesta le había agradado.