El creador está en Hiatus - Capítulo 255

  1. Home
  2. All novels
  3. El creador está en Hiatus
  4. Capítulo 255 - #El joven amo bastardo, ¿un Dios Marcial Absoluto? (2)
Prev
Next
Novel Info
                  

¿¡Acaso no era esta una escena cliché de ruptura de compromiso sacada de una novela de romance o isekai!?

Si esto fuera la novela que yo escribía, habría formado parte del evento.

—¡Me salto los eventos triviales!

—¿Perdón? —el mensajero abrió los ojos como platos.

Le hice un gesto con la mano.

—Sí, sí, lo que sea. Que se cancele el compromiso. También diles que se larguen.

—¡P-pero, joven amo!

No tengo tiempo para esto.

No me podría importar menos el compromiso roto del cerdo rojo Zhu Bajie ni ese mamón cursi del Caballero de la Espada.

Estaba seguro de que este era el mundo del Rey Demonio. Y más importante aún, si esos asquerosos Tres Puros se habían marchado, ¡eso solo podía significar que el avatar del Dios Destructor estaba por descender!

Al ver mi reacción tibia, el mensajero insistió.

—¡J-joven amo! ¡Se trata del famoso Clan Namgoong y la Secta del Monte Hua! Entiendo que esté enojado, pero por favor, ¿no debería al menos saludarlos un momento?

—Hoahm…

Vi mi reflejo en el espejo bostezando.

Uf, mira nada más esa papada. Jamás me voy a acostumbrar.

¡Baaaang!

Justo entonces, una explosión ensordecedora sacudió el exterior.

¿Qué fue eso?

En el jardín del Clan Yang se abrió un cráter de casi diez metros de ancho. Era el resultado del choque entre dos expertos marciales.

—¡Koff, koff!

—¡Señor! ¿Está bien?

Yang Tiexin, líder del Clan Yang, tosía sangre mientras los miembros del clan corrían a asistirlo. Frente a él, de pie, estaba un joven esculpido como una estatua, con una espada colgada al cinturón. En la empuñadura destacaba el emblema de los Espadachines de la Flor de Ciruelo, la técnica insignia de la Secta del Monte Hua.

El Caballero de la Espada, Gu Zihe, hizo una reverencia educada.

—Perdone mi grosería, pero usted atacó primero. Por más enojado que esté, ¿cómo puede atacar a su junior?

Aunque hablaba con cortesía, había una pizca de burla en su tono. Después de todo, el líder de un clan marcial acababa de ser derrotado por un jovencito.

—¡De verdad eres lo mejor de la Secta del Monte Hua! ¡Mucho más impresionante de lo que decían los rumores!

—Yang Tiexin tiene más de ciento veinte años de energía interna, ¡y aun así lo superó con facilidad!

Los murmullos venían del séquito del Clan Namgoong.

Gu Zihe miró de reojo a una mujer entre ellos. Pudo sentir su intensa mirada tras el velo blanco. Era Namgoong Xiaoxiao, una de las Cinco Grandes Bellezas del Mundo y orgullo de su clan.

Sí, una mujer digna de mí, ¡el legendario Caballero de la Espada!

Gu Zihe había venido con ella al Clan Yang bajo el pretexto de anular el compromiso. Pero su verdadero objetivo era reducir la influencia del Clan Yang sobre el territorio de la Secta del Monte Hua.

¿Fama y amor al mismo tiempo? ¡Qué ganga!

—¡T-tú…! Koff, koff…

Yang Tiexin, conocido por su mal genio, había caído en la provocación ligera de Gu Zihe. Atacó primero… y se llevó tremenda paliza, justo como Gu Zihe quería.

¡Tup tup tup!

De pronto, apareció un joven corpulento, empapado en sudor.

—¡Joven amo! ¡Espere!

Además de que parecía pesar al menos doscientos kilos, vestía una túnica de seda roja tan llamativa que parecía un cerdo navideño.

Hmph, ¿ese es él?

Era Yang Il-Shin, el hijo mayor del Clan Yang y ex prometido de Namgoong Xiaoxiao.

—¡Tsk!

Desde detrás del velo de Xiaoxiao se oyó un sonido de desagrado.

Jaja, es como ponerle un collar de perlas a un cerdo.

Gu Zihe sonrió con desdén.

Al verlo en persona, entendió por qué el Clan Namgoong quería romper el compromiso tan desesperadamente. Yang Gua, antiguo líder del Clan Yang, fue uno de los cinco mejores artistas marciales del mundo. El compromiso con Xiaoxiao se arregló cuando él aún vivía. Tras su muerte, la influencia del Clan Yang había caído en picada. Nadie heredó sus técnicas únicas, que solo podían pasar a través de su linaje directo.

—¡Oh! ¡Joven amo Hong! ¡Por fin llegó! ¡Lo esperé tanto que pensé que me iba a romper el cuello! —Gu Zihe extendió los brazos con entusiasmo.

Confundido, Yang Il-Shin se volvió hacia su sirvienta, So Hyang.

—¿Por qué me llama Joven amo Hong? ¿No soy del Clan Yang?

Ella le susurró, avergonzada:

—Le está tomando el pelo, joven amo. Lo llaman el «cerdo rojo»…

Yang Il-Shin se tocó la túnica y la papada, luego asintió.

—Oh, cerdo rojo… buen apodo.

—¡J-joven amo!

Gu Zihe lo miró con una sonrisa.

—Siempre he admirado las hazañas del difunto Yang Gua. Pero Yang Tiexin ha envejecido… ¿Querría el joven amo Hong mostrarnos su habilidad?

—So Hyang, ¿me está retando?

—¡Joven amo, no caiga en su provocación!

Il-Shin asintió.

—Claro que no. So Hyang, yo creo en el amor y la paz.

—¿Lo… qué? ¿Qué significa eso?

—Es una frase occidental. Significa que uno busca amor y paz.

—¡J-joven amo! ¡Qué culto es usted!

Gu Zihe chasqueó la lengua, molesto.

—¡Jajaja! ¡En el Clan Yang no hay hombres, solo un cerdo! ¡No me extraña que lo hayan dejado!

—¡Tú…!

Los del Clan Yang se pusieron rojos del coraje.

—¿Eh?

¡Tup tup tup!

Pero Yang Il-Shin se acercó con paso firme.

—¿Entonces vas a pelear?

—Sí, si sacas esa espada. Y si gano, te la quedas.

—¿Sabes qué espada es? ¡Es la Espada Galaxia Meteoro, sagrada para nuestra secta!

—Ah, con razón sentí poder divino en ella. Está bien. ¿Qué quieres a cambio?

Gu Zihe frunció el ceño.

—¿No es grosero eso? ¡Eres de una familia noble!

—Jajaja, cállate ya. Fuiste tú quien causó problemas en casa ajena. Solo di qué quieres.

Gu Zihe apretó los dientes.

—Rompe tu compromiso con la señorita Namgoong… y ¡quiero una de tus manos!

—Hecho —canturreó el cerdo rojo mientras se arremangaba.

¡¿Cómo se atrevía?! Gu Zihe quedó pasmado.

¿Tendrá algún truco escondido?

Los miembros del Clan Yang intentaron detenerlo.

—¡¿Acaso ese tintero le afectó el cerebro?! ¡No puedes pelear! ¡Ese tipo es el Caballero Celestial de la Espada!

—¡Il-Shin, no vale la pena! ¡Hay muchos peces en el mar! —koff koff—

So Hyang y Yang Tiexin lo miraban como si estuviera loco. Gu Zihe soltó una risita.

Pff, me preocupé por nada.

¡Tup tup tup!

Il-Shin se plantó frente a Gu Zihe con una venda en la frente.

—Te dejo dar el primer golpe.

—Haa… ¡Estoy cansado, ve tú primero!

Con ese peso, no me sorprende. Apenas puede estar de pie.

—¡Hmph! ¡Te acabaré de un solo golpe!

¡Swish!

Gu Zihe atacó directo al abdomen de Il-Shin.

¡Pooow!

Era un golpe letal, con energía interna devastadora…

¡Crack!

—¡Aaagh! —Gu Zihe retrocedió, con sangre chorreando de su puño destrozado.

¿Qué clase de cuerpo es este?

No era carne y hueso. ¡Parecía diamante!

—¡Me engañaste! ¡¿Has dominado el Cuerpo Indestructible del Templo Shaolin?!

Il-Shin ladeó la cabeza.

—Nope. Es una habilidad compartida: Poder del Dios Roca. Es la primera vez que la uso, pero está chida.

¡Shrrrrng!

Gu Zihe, rojo de rabia, desenvainó su espada demoníaca. Su aura roja buscó el cuello de Il-Shin.

—¡Prepárate! ¡Ni el Cuerpo Indestructible podrá contra una espada divina!

¡Tzzz!

—¡Técnica Definitiva de la Espada de Ciruelo, Fragancia de Diez Mil Millas!

Como el nombre lo decía, el área se llenó de aroma a flor de ciruelo. El aura cortante en forma de pétalos rojos se lanzó como una lluvia mortal.

¡Swoosh!

Era hermosa… y letal. Un aura de más de seis metros descendió como cuchilla celestial.

—¡Je! ¡Ya la vi! —Il-Shin sonrió, extendiendo sus manos hacia la espada.

—¡Cerdo loco, muere!

¡Claang!

—¡La detuve!

Sí, la detuvo… pero no con las manos.

¡La espada quedó clavada en su enorme frente!

¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no puedo cortarlo?!

Il-Shin sonrió:

—Dime cerdo loco todo lo que quieras… Porque sí parezco uno.

Cerró el puño.

—¡Pero no dejaré que me lo digas en la cara!

—¡¿Qué tonterías estás diciendo?!

Entonces, soltó un puñetazo con fuerza inhumana.

—¡Eeeek!

Gu Zihe apenas bloqueó con la espada…

¡CLANG!

La espada se rompió y recibió el puño directo en la cara.

—¡Bleeeeegh!

Salió volando como cometa sin cuerda.

—¡Aaaah, se rompió! ¡Qué desperdicio de poder divino!

Sin preocuparse, Il-Shin corrió y chupó la espada rota como si fuera dulce.

Todos estaban paralizados ante sus extrañas pero abrumadoras habilidades.

Finalmente, el silencio fue roto por Namgoong Xiaoxiao.

¡Clap clap clap!

Se acercó, aplaudiendo.

—¡Oh! ¡Así que ocultabas tu poder, hermano Yang! ¡Qué ciega fui! ¿Serías tan amable de compartir el origen de esa técnica? No parece provenir del Clan Yang…

Il-Shin cruzó los brazos, pensó un momento, y luego exclamó:

—¡Puño del Rey Demonio!

Prev
Next
Novel Info

MANGA DISCUSSION

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

You must Register or Login to post a comment.

Apoya a este sitio web

Si te gusta lo que hacemos, por favor, apóyame en Ko-fi

© 2024 Ares Scanlation Inc. All rights reserved

Sign in

Lost your password?

← Back to Ares Scanlation

Sign Up

Register For This Site.

Log in | Lost your password?

← Back to Ares Scanlation

Lost your password?

Please enter your username or email address. You will receive a link to create a new password via email.

← Back to Ares Scanlation

Premium Chapter

You are required to login first