Cultivando en la torre en solitario - Capítulo 760

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Parte 2 Capítulo 37: ¡Bienvenido al Kinder de la Destrucción! (37) / 761

—¡Pois! ¡Pois!

—¡Hale! ¡Hale!

Pobi y los niños jugaban entusiasmados al tira y afloja mientras gritaban las consignas.

Al principio, la cuerda se iba por completo hacia el lado de Pobi, pero cuando Nene, Kuku y Chacha se unieron, el equilibrio de fuerzas se inclinó hacia el otro lado.

Y entonces.

—¡Aguanten, niños! ¡La cuerda viene hacia acá!

—¡Bien!

—¡La cena se está cocinando!

Sliiide.

Pobi empezó a ser jalado poco a poco hacia el lado de los niños.

¡Esto no puede estar pasando!

¿¡Cómo podría yo, el gran dragón púrpura, perder!?

El orgullo de Pobi quedó profundamente herido.

—¡Pois! ¡Fuerza, pois! ¡Poténciate, pois! Enreda…

Así que, entre sus consignas, se puso diligentemente a usar magia para aumentar su fuerza y anclar sus piernas.

Gracias a eso, la velocidad a la que lo arrastraban disminuyó bastante, pero…

Sliiiide.

Aun así lo seguían arrastrando.

—¡Ugh!

Pobi dio todo de sí para evitar que se lo llevaran.

—¡Hale! ¡Hale! ¡Hale!

—¡Hale! ¡Hale! ¡Hale!

Los niños también hicieron su mejor esfuerzo por ganar.

—¡Niños, hora de cenar!

El tira y afloja continuó hasta que Sejun llamó.

Una vez que la cena estuvo lista,

—Alto.

Aileen dio por terminado el juego.

El resultado de la feroz competencia: empate. Fue gracias a que Pobi jaló mucho la cuerda al principio. De no ser por eso, habría perdido.

—Wow. ¡Ya podemos comer!

—¡Teecher-nim, rápido y denos comida!

—¡Sotteok, así no se dice! ¡Tienes que decir “por favor, dámela”!

—¡Por favor, dámela!

Tras confirmar el resultado, los niños corrieron emocionados a la cocina.

—Aileen, ¿quiénes son esos niños?

Viéndolos, Pobi le preguntó a Aileen con voz ligeramente aturdida.

No había forma de que alguien que peleó con él de tú a tú fuera ordinario. No, esperaba que no lo fueran. De lo contrario, sería demasiado vergonzoso.

—¿Eh? ¿Oppa Pobi, viniste sin siquiera saber qué es este lugar?

—Sí. Solo escuché que vendríamos a la Tierra. Pensé que vendríamos a pasar el rato.

Ante la pregunta de Aileen, Pobi respondió con una expresión inocente.

—Ay. Oppa Pobi, escucha bien. Este lugar se llama el Kinder de la Destrucción…

Como ya había escuchado de Sejun por qué Pobi vino aquí, Aileen le explicó todo con detalle.

Y luego.

—¿¡En serio?! ¿¡Tú y Sejun están entrenando a los futuros Dioses Creadores?!

—Sip. Tú también vas a ayudar, ¿verdad?

—¡Por supuesto! ¡No hay forma de que el gran dragón púrpura, Pobi Peten, se pierda una tarea tan honorable!

Habiendo escuchado lo que era el Kinder de la Destrucción, a Pobi lo conmovió poder trabajar aquí.

¡Por supuesto!

¡Yo, el gran dragón púrpura Pobi Peten, no soy débil!

Al mismo tiempo, se le desvaneció la frustración que le quedaba del tira y afloja.

—Aileen, si hay algo difícil, ¡déjamelo a mí! ¡Yo me encargo de todo!

—Ok. Gracias.

Y así, Pobi se convirtió oficialmente en maestro del Kinder de la Destrucción.

—Éste es el Maestro Pobi, que estará con nosotros por una semana a partir de hoy. Ahora, ¡un aplauso!

Antes de la cena, Sejun presentó a Pobi.

—¡Mucho gusto!

—¡Waaa!

Pobi recibió una bienvenida entusiasta de los futuros Dioses Creadores.

Y entonces.

—¡Guau, esto está delicioso!

Mientras comía apresurado la comida de Sejun,

—Maestro Pobi, por favor ayude a los niños con sus comidas.

Le llegó su primera misión.

—¡Mingming no quiere pepino!

—¡Shyongshyong odia la zanahoria!

—¡Chacha no va a comer cebolla!

Su tarea: lograr que los niños mañosos se comieran su comida.

—¿Eh? ¿Pero yo aún no termino de comer?

Ante las palabras de Sejun, Pobi respondió despreocupado. Supuso que Sejun pensaba que ya había terminado.

Sin embargo.

—Yo tampoco he comido.

Sejun mostró su tazón intacto mientras respondía.

—Eh… ok.

Pobi dejó la cuchara y se acercó a los niños.

—Bueno, peques. Ser mañoso es malo. Tienen que comer balanceado para crecer altos y estar sanos.

Pobi les habló con la voz más amable que pudo, pero…

—¡Mingming dijo que no al pepino!

—¡Sí! ¡Shyongshyong no va a comer zanahoria!

—¡Chacha dijo que no a la cebolla!

Los niños no son seres que respondan amables solo porque los traten con amabilidad. Su “salida” es completamente impredecible.

Encima de eso…

—¡Yo vi al Maestro Pobi hace rato! ¡Le sacó el pepino, la zanahoria y la cebolla!

—¿¡También le sacó el pimiento!?

—¡¿Qué?! ¡Come menos que nosotros!

Lo cacharon siendo mañoso y lo ignoraron por completo.

—Esto es… porque está tan rico, lo estaba guardando para comérmelo todo de un jalón después. Miren. ¿Ven? El maestro se lo está comiendo.

¡Esto es por la paz mundial!

Para dar un buen ejemplo a los niños, Pobi juntó a la carrera las verduras que había apartado antes y fingió comérselas deliciosamente de una mordida.

¡Uegh!

Pobi gritó por dentro ante el horrible sabor de las verduras.

—Pohi… jiji… El maestro come bien, ¿verdad? Ñam ñam. ¿Qué rico?

Por fuera, se obligó a sonreír y masticó bien, actuando como si estuviera delicioso.

¿¡Pobi el mañoso comiendo verduras por su cuenta?!

Habría sido una escena impactante si sus padres o Tier lo hubieran visto.

Pero a pesar de los esfuerzos de Pobi…

—¡La cara del maestro se ve totalmente como que lo odia!

—¡El maestro nos está mintiendo!

—¡Sí! ¡Mentiroso!

Los niños le leyeron la mentira al instante.

¿¡Aunque me comí esta cosa asquerosa por ustedes, aun así no se la van a comer?!

—¡Ya cómansela!

Enojado por la respuesta de los niños, Pobi gritó.

—¡No quiero!

—¡No voy a comer!

—¡No me gusta!

Los niños gritaron igual de fuerte.

—¡Cómanla!

—¡No quiero!

Mientras el choque feroz seguía…

—Maestro Pobi, por favor venga tantito para acá.

Sejun hizo que Aileen separara a Pobi de los niños.

Je. Hora de mostrar las habilidades de un profesional.

—Mingming, ¿de verdad odias tanto el pepino?

—¡Sí!

—Entonces solo mastícalo diez veces, ¿ok?

—¡Ok!

A diferencia de cómo actuó con Pobi hace un momento, Mingming asintió obediente ante las palabras de Sejun. Sentado en el regazo de Sejun, Theo giraba sus patitas delanteras en círculos, calentando.

¿Resulta que la mitad de las habilidades parentales de Sejun estaban respaldadas por la “fuerza” de Theo?

Hehehe. Muy bien, peques.

Jejeje. Maestro, ¿ahora sí podemos tomar choco-leche, verdad?

De hecho, la verdad es que los niños ya no eran mañosos. Estaban actuando por instrucciones de Sejun.

Bueno, antes sí lo eran, pero gracias al entrenamiento mental de Taecho y Blackie ya habían sido “curados” hace tiempo.

La razón por la que Sejun hizo que los niños actuaran así fue para poner en aprietos a Pobi mientras estuviera aquí.

Se lo trajo para castigarlo, así que dejarlo descansar a gusto habría echado a perder el propósito.

Y después de ser fastidiado por los niños de esa manera, quizá se daría cuenta de lo que le hizo a Tier. Si no, bueno, ya no habría mucho más que hacer.

¿Cómo es que mamá y el abuelo nunca se enojaron conmigo ni una sola vez cuando fui tan horrible con ellos?

Y además, probablemente ni comían bien por mi culpa…

Mientras hervía de coraje, Pobi también empezó a recordar las cosas que les había hecho a sus padres y a su abuelo.

Por suerte, parecía que el plan de Sejun había funcionado bien.

A la mañana siguiente.

—Esten-derece. Dormí bien.

Sejun se levantó después de ayudar también hoy a la Familia Blackie y a Taecho con sus disculpas.

—Miau…

[Jeje…]

Kueng…

Kking…

—Jeje…

Tras revisar al grupo que aún tenía sueño, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.

Y entonces.

—Pohihihi. Sejun, ¿ya te levantaste? Tengo hambre. Apúrate y dame desayuno.

Pobi, que estaba desparramado en la sala, le habló con arrogancia a Sejun. Como si fuera natural que Sejun le sirviera la comida.

—¡Oppa Pobi! ¿Crees que mi Sejun es tu chef personal?

Por supuesto, la grosería de Pobi fue cortada de inmediato por Aileen.

—¿Eh? No. Yo solo…

—¡Si vuelves a tratar así a Sejun, ya no juego contigo!

Aileen amenazó a Pobi.

¡Era una oportunidad muy peleada!

—Ah… ok. No lo haré.

Para Pobi, que nunca había tenido chance de estar a solas con la menor, Aileen—por otros dragones como Garrick, Sylvia y Hokus—, la amenaza de Aileen funcionó de maravilla.

Para referencia, Aileen tenía una edad mental más alta que Pobi.

La razón era que Aileen se esforzaba por mantenerse al ritmo de Sejun, mientras que los otros dragones jóvenes no hacían esfuerzo por elevar su edad mental.

Así podía recibir más cariño de los adultos.

Si somos honestos, Pobi era el normal y Aileen era la anormal.

Hehehe. Como era de esperarse de mi novia.

Sejun sonrió satisfecho ante la fiabilidad de Aileen mientras regañaba a Pobi.

—Oppa, no te quedes sentado, ponte a limpiar.

—Eh, ok.

Aileen puso a trabajar a Pobi y limpió el kinder.

—Hum hum hum.

Sejun tarareaba mientras preparaba el desayuno.

Un rato después.

—¡Niños, a comer!

Empezó el desayuno.

—¡No pepino!

—Solo pruébalo una vez, ¿sí?

—¡No me gustan las zanahorias!

—¡Las zanahorias son bien ricas! Mira al Maestro comiéndolas. Ñam ñam.

Una vez más, Pobi se encargó de los mañosos y trató de dar el ejemplo comiéndose las verduras que estaban sacando de su comida.

¿Eh? Después de masticarla un rato, ¿sí está rica?

En el proceso, Pobi logró superar su aversión a la zanahoria entre las varias verduras.

Una vez que terminaron de desayunar.

—Ahora, el Maestro Pobi va a jugar con ustedes.

—¿¡Qué!?

—¡Yaaay!

Sejun dejó a los niños con Pobi y dijo:

—Vamos a terminar de practicar nuestra obra.

Él y los demás continuaron ensayando la obra “El Tigre Devoto”, que no habían terminado la vez pasada.

—Hace diez años, en invierno, mamá fue a buscar a mi hermano, que se había convertido en tigre, y no regresó. Después de eso, papá me dijo que si alguna vez veía a un tigre con almohadillas rosadas al ir a la montaña, ese sería mi hermano, así que debía traerlo a casa.

—¿¡Miau?! ¡Es verdad, miau! ¡Tengo almohadillas rosas en las patas, miau! ¿Entonces sí era humano?

Con la línea de Taecho, Theo revisó sus patitas y actuó sorprendido.

—Hm-miau. ¿Con que por eso no me llevaba con los otros tigres? ¡Entonces es cierto que mis recuerdos de cuando era humano se borraron cuando me convertí en Tigre Theo, miau!

Theo recitó su monólogo, expresando su proceso de convencerse con las palabras de Taecho.

—Grr-miau. Está bien. ¿Cómo está papá, miau?

—No. Después de que desapareciste, se enfermó del corazón y se volvió muy débil. Hermano, vamos a ver a papá ahora mismo. ¡Se pondrá tan feliz!

—¡No, miau! Ahora estoy en el cuerpo de un tigre, así que no puedo entrar al pueblo. ¡Ve tú primero y dile a papá que estoy bien, miau! ¡Hermano Theo irá a verlo en unos días, miau!

—¡Ok! Entonces nos vemos en unos días. (Uf. Por poquito.)

Cuando Taecho se dio la vuelta aliviada…

—¡Un momento, miau!

Theo la llamó.

—¿¡Sí?! (No puede ser, ¿se dio cuenta?)

Taecho se volvió con expresión nerviosa.

—¡Llévate el transportín contigo, miau!

Theo le entregó amablemente el transportín.

El ensayo de la obra transcurrió sin problemas.

Un tiempo después.

Casi era hora de la cena.

—Sálvenme…

Tras jugar con los niños durante horas, Pobi llegó tambaleándose, con la cara tan púrpura como su cabello, totalmente drenado, y se desplomó.

Jugar sin parar a las escondidas, al tira y afloja y más, sin descanso, era extenuante incluso para un gran dragón.

—Buen trabajo. ¿Hay algo que quieras comer?

Sejun le preguntó a Pobi.

—So…tteok… so…tteok…

Pororong.

Pobi apenas alcanzó a responder con sus últimas fuerzas y luego se quedó dormido. Debía estar realmente exhausto.

—Según sé, cuando te duermes así, ¿eso no es entrar de inmediato en modo de sueño profundo?

—Está bien. Mientras lo despiertes antes de tres horas, no hay problema.

Aileen, que ya estaba despierta de su propio modo de sueño, respondió como si nada.

Y así, Pobi tomó una siestecita.

—Niños, a comer. Aileen, despierta a Pobi.

—Ok. ¡Oppa Pobi, despierta!

Smack.

Aileen le dio una palmada en la espalda a Pobi.

—Mmm…

Apenas abrió sus ojos soñolientos.

¿Eh? ¡Ese es el olor de sotteok-sotteok!

El delicioso aroma lo hizo despertar de golpe.

Y entonces.

—Wow. ¡Qué rico!

Agarrando sotteok-sotteok con ambas manos, empezó a comer con ganas.

Come mucho.

Mañana va a estar todavía más pesado. Hehehe.

Sejun sonrió como villano mientras observaba a Pobi.

Y así terminó el segundo día de Pobi en el Kinder de la Destrucción.

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