Caminando en otro mundo - Capítulo 706
“¿Vas a la mazmorra, Sora?”
“Esa es la idea.”
“Entonces nosotros también vamos. Quiero probar qué tal corta la hoja contra un gólem.”
Dice Argo antes de que pueda responder. Quiere probar la durabilidad del arma que acaba de recibir. Estoy seguro de que en parte es eso, pero también quiere ayudarnos.
Los altos mandos en Elesya eran una bola de basura, pero por alguna razón, los aventureros que se reunían ahí solían ser en su mayoría personas amables y consideradas. Con tipos como Argo y Siphon encabezando la lista.
Nos dirigimos a la mazmorra, y vemos mucha gente. Faltan dos días para el cambio, pero se siente un ambiente cargado mientras la gente hace fila.
“Parece que los que van al primer piso están a la derecha, y los del segundo a la izquierda.”
“Hay muchos yendo al segundo piso.”
“Al parecer hay más probabilidades de encontrarse con algo grande.”
El segundo piso es más grande, y ahí aparecen más enemigos. Y las probabilidades de que aparezca un gólem de mithril son mayores.
Puedo escuchar a la gente hablando de eso si me concentro. Pero todo es cuestión de probabilidades, y al final, la última vez apareció en el primer piso.
Por eso los clanes que pueden dividirse en distintos pisos, como Ale y Martillohierro, lo hacen.
Entramos a la mazmorra, y vemos que algunas personas siguen minando. Pero el ruido se detiene conforme avanzamos más, porque ya no hay nadie. Supongo que los que están en la entrada solo hacen minería de último minuto para regresar enseguida.
“¿Por aquí está bien?”
Caminamos un poco más hasta llegar a un área sin gente, y nos establecemos en un espacio abierto.
Nos quedaremos juntos hasta que ocurra el cambio, y tomaremos turnos para descansar.
Falta más de día y medio para que suceda, así que podría venir gente mientras tanto, pero existe una regla no escrita: quien llega primero tiene la prioridad. Los que vienen después deben retirarse.
Por eso algunos apartan su lugar con días de anticipación, porque si llegan tarde, tienen que irse hasta atrás.
Nosotros estamos juntos porque así es más conveniente vigilar, pero nos moveremos si es necesario.
“…No tengo nada que hacer. ¿Puedo minar?”
“Adelante. Pero, ¿puedes vigilar?”
Asiento, y busco minerales con Identificación.
Sacaré lo que pueda obtener rápido, pero si parece que tomará mucho tiempo, lo dejaré.
Como resultado, encuentro un cristal mágico cerca de la superficie y recojo solo eso.
“¿Ya terminaste?”
Pregunta Argo porque volví muy rápido.
“No había nada más que pudiera sacar en poco tiempo.”
Respondo, y él lo entiende.
Y como estaban aburridos mientras esperábamos, Hikari y las demás están haciendo combates de práctica como siempre.
Argo y los suyos se unen, y aunque para mí no es nada nuevo porque pasa cada vez que viajamos, la gente que viene aquí a apartar lugar se sorprende.
Ven a grupos haciendo duelos intensos y se retiran, pero… no somos forajidos ni nada.
Aunque también hay otros que se interesan, y algunos se unen.
Bueno, las chicas están felices de enfrentarse a gente distinta, y parece que a muchos otros aventureros también les gustan las peleas de práctica.
Especialmente aquellas que se basan en ataques físicos.
◇ ◇ ◇
Tiempo después, finalmente llega el cambio.
El paisaje de la mazmorra se retuerce, y la energía mágica se agita.
Me duele la cabeza, y a Chris y Mia también. Los demás parecen estar bien.
Después de diez minutos, el paisaje vuelve a la normalidad, y comienzan a aparecer reacciones de monstruos en la mazmorra. También puedo ver muchas en el Mapa.
Hay trece gólems alrededor de nosotros. Es más de lo que había escuchado.
“Deberíamos dividirlos y pelear.”
Dice Argo mientras avanza con su grupo.
“Dividámonos en dos también.”
Ya lo habíamos hablado antes, así que Hikari, Mia y yo formamos un grupo, los amigos de la infancia otro, y comenzamos la cacería.
No hay nadie cerca de nosotros, probablemente por las peleas de práctica. Los que participaron se marcharon con muecas tensas y se fueron más atrás, lejos de nosotros.
Lo primero que enfrentamos es un gólem de hierro.
“Sora, ¿debo priorizar las piedras mágicas?”
Pregunta Mia mientras corre con su lanza.
“Sí, prioriza obtenerlas mientras los derrotamos.”
“Entendido. Hikari.”
“Sí, déjalo en nuestras manos, hermana mayor Mia.”
Detrás del gólem de hierro hay un gólem de piedra.
“Bien.”
Me encargo de él, y me enfrento al gólem de piedra.
Ubico la piedra mágica con Detección de Energía Mágica, y blando la espada de mithril.
Primero, reduzco su poder de ataque cortándole los brazos desde los hombros.
Sin brazos, solo puede hacer dos cosas: regenerarlos o atacar con magia de tierra.
El gólem de piedra elige lo primero, e infunde sus hombros con energía mágica.
Eso significa que tiene que detenerse por un breve instante, y aprovecho para cortarlo otra vez con mi espada.
La espada de mithril infundida con energía mágica atraviesa fácilmente su cuerpo, dejando un corte diagonal que lo hace caer al suelo. Deja de moverse, pero después de un rato, empieza de nuevo.
Pero extiendo la mano hacia la energía mágica que es visible a través del corte, y la saco. Ahora sí queda inmóvil.
Ese es uno. Y hay otro gólem de hierro frente a mí.
Escucho sonidos metálicos detrás de mí mientras Hikari y Mia pelean.
Aferro con fuerza mi espada, y corro hacia el gólem de hierro.