Amar al hombre más guapo de la capital - Capítulo 262

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  4. Capítulo 262 - Una Pelea entre Tío y Sobrino
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—Ja ja… ¿Qué guerrero se atrevió a robarle las papas picantes al Maestro?

—Guardemos tres segundos de silencio por ese guerrero…

—¡¿Alguien se atrevió a robarle las papas picantes al Maestro?! ¡Segundo Hermano de la Secta, atrápalo!

…

Pasó un buen rato antes de que Mu Yun, algo a regañadientes, se despidiera de sus seguidores, apagara la cámara y, volviendo la mirada hacia sus visitantes, dijera:

—El poder adquisitivo de 500,000 seguidores es increíble. Muchos ya me mandaron pedidos.

—Maestro, ¿podemos por favor hacer algo sensato ya? Como averiguar cómo salir de aquí —dijo Wu Wei, todavía con ganas de regresar. En este lugar no podía cultivar ni usar sus técnicas de kung fu, lo cual era bastante frustrante.

Lo más importante era que extrañaba a Miaomiao…

No la había visto en ninguna de sus dos vidas anteriores, lo cual indicaba que ella nunca había existido en la misma encarnación que ellos.

—¿Nada más quieres regresar por Miaomiao, verdad? Tranquilo, para Miaomiao sólo han pasado un par de horas. Además… ¿crees que fuimos enviados físicamente a esta dimensión? En realidad, sólo nuestras almas están aquí. Tu cuerpo sigue en tu cuarto, y Miaomiao sigue contigo —dijo Mu Yun mientras abría otro paquete de papas picantes, se lo ofrecía a Luo Feng y añadía—: Prueba.

—¿Qué es esto? —preguntó Luo Feng. Nunca había comido ese tipo de botanas. Le parecían grasosas y picosas, así que no le llamaban mucho la atención.

—Papas picantes. ¿Quieres probar? —Mu Yun le metió unas en la boca antes de que Luo Feng pudiera decir algo.

Luo Feng se apresuró a abrir la boca y se las comió. Al ver que Mu Yun iba a darle más, agitó la mano rápidamente y dijo:

—Ya con eso.

Mu Yun no insistió, se sentó en una silla a un lado y, mientras seguía masticando, dijo:

—Siéntense donde quieran. Este lugar está algo pequeño. Tendrán que aguantarse.

—Maestro, ¿por qué le ha tocado reencarnar como plebeyo dos veces seguidas? En mi vida pasada, al menos, yo era hija de un marqués, y en esta mi familia tiene una empresa multinacional. Qian incluso subió de estatus social. En su vida pasada era un guardia de casa, y en esta, aunque es hijo ilegítimo, su familia es bastante rica —comentó Liao Ziyun.

—Bueno, no tengo nada de qué quejarme —respondió Mu Yun, indiferente. Después de todo, eso era sólo una vida pasada. La vida actual, donde era Mu Yun, era la que realmente importaba.

Todo eso ya era pasado y pronto terminaría, así que no valía la pena ponerse a pensar si su vida aquí era buena o no.

En ese momento, Mu Yun no tenía idea de que su manera de pensar era equivocada. La calidad de vida en esas dos vidas anteriores tenía gran importancia. De lo contrario, no los habrían enviado al pasado para volver a empezar.

—Maestro, como puede ver, una vez más los cinco nos hemos reunido. En la vida pasada, el Maestro Xu apareció después, y en los últimos minutos, Luo Xin también fue enviado allá. ¿Cree que el Maestro Xu y Luo Xin estén en esta encarnación nuestra también? —preguntó Liao Ziyun.

Mu Yun, acariciándose la barbilla, respondió:

—Lo más probable. ¿Alguno de ustedes conoce a alguien que se parezca al Maestro Xu o a Luo Xin?

Se conocieron en su vida pasada. Aunque no eran cercanos, se habían visto un par de veces. Mu Yun sentía que la situación debería ser igual en esta vida.

Para su sorpresa, los demás negaron con la cabeza, lo que indicaba que nadie conocía a alguien parecido a esos dos.

—Creo que fue porque resolvimos los rencores entre el Maestro Xu y los otros tres —me refiero a Luo Qian, Luo Feng y Wu Wei— que nos sacaron de esa dimensión. Obviamente estamos enfrentando la misma situación aquí. No cabe duda de que necesitamos ayudarles a resolver algo más para salir de esta —dijo Mu Yun.

—Maestro, ¿cuántas vidas pasadas cree que vamos a tener que vivir? ¿Esto no va a durar para siempre, verdad? —preguntó Liao Ziyun.

Mu Yun negó con la cabeza:

—Claro que no. El tipo que me mandó aquí dijo que sólo duraría tres días.

—Ya veo —Liao Ziyun se sintió aliviada al saber que no era algo eterno.

En esta dimensión, el tiempo funcionaba diferente a como lo hacía en el Monte Wu. Lo que aquí parecía mucho tiempo podía ser apenas uno o dos días allá, así que ya no estaba ansiosa y decidió que más bien podía tomarse esto como un paseo turístico, y de paso, darle su merecido a quienes la habían molestado en esta vida pasada.

—Tengo la sensación de que tal vez el Maestro Xu y mi hermano aún no han sido enviados aquí. Piénsenlo: Mu Yun, Ziyun y yo vimos el mensaje en microblog casi de inmediato después de que se publicó. ¿Cómo es posible que mi hermano, que siempre carga su celular, no lo haya visto? En cuanto al Tío Xu, no estoy seguro, pero creo que sin duda va a buscar primero a mi hermano, con base en lo que pasó en nuestra vida pasada. Como es obvio que no le importamos tanto como mi hermano, creo que es seguro decir que no nos va a contactar hasta encontrarlo —dijo Luo Feng.

Al escuchar eso, Wu Wei volteó a verlo de lado y preguntó:

—¿Hijo de quién es exactamente tu hermano? ¿Por qué siento que el Maestro Xu se preocupa más por él que sus propios padres?

—Tiene sentido. Cuando mi hermano era niño, mi papá lo dejó encargado con el Tío Xu. En ese entonces el Tío Xu no estaba casado ni tenía hijos, así que naturalmente lo trató como a su propio hijo —explicó Luo Feng como si nada.

—Ya veo… —Wu Wei aún sentía que había más tras eso.

—¿Crees que tu hermano también aparecerá en los últimos minutos como la vez pasada? —preguntó Liao Ziyun.

—No lo sé —respondió Luo Feng. En realidad, lo que más le intrigaba era por qué su hermano, que ni cultivador era, se había visto involucrado en esa prueba.

—No hay prisa. En los próximos días, ustedes deberían hacer algunas averiguaciones entre sus amigos. Tal vez alguno conozca al Maestro Xu o a Luo Xin —dijo Mu Yun.

—Sí. Es prácticamente lo único que podemos hacer por ahora —asintió Luo Feng.

En ese momento, algo se le vino a la mente a Liao Ziyun y su rostro se puso pálido de pronto.

—C–Casi se me olvida esto… —balbuceó.

—¿Qué pasa? —los otros de inmediato la miraron.

Liao Ziyun, entrelazando las manos con fuerza, dijo:

—En esta encarnación, también tuve un accidente automovilístico, pero esta vez yo fui la conductora que se dio a la fuga. Estaba tan asustada que simplemente me fui sin bajarme a ver al que atropellé. ¿Creen que sea posible que la víctima sea alguien que conocemos?

—Ninguno de nosotros sabe eso, pero ya que viajaste en el tiempo, ese accidente no va a ocurrir —dijo Wu Wei.

Liao Ziyun asintió con la cabeza:

—Tienes razón. Eso pasó después de que salí de una reunión de drogadictos. Estaba aturdida y desesperada, por eso atropellé a ese tipo. Como ya no fui a esa reunión, el accidente definitivamente no va a pasar.

No le dieron más vueltas al asunto. Al notar que ya era bastante tarde, se despidieron de Mu Yun y se fueron.

…

Lu Quan llegó a casa a toda prisa y vio a la persona que extrañaba día y noche sentada en el sofá, conversando con su padre y gesticulando.

—Señor Lu, mi plan es que les demos el terreno del este. De todos modos, en la segunda mitad del año vamos a entrar al mundo del espectáculo y no tenemos personal para encargarse de esa tierra.

Lu Yun reflexionó un momento y luego dijo:

—De acuerdo. Puedes tomarte el resto del día libre y contactarlos mañana.

—Perfecto. Me voy arriba a descansar —dijo el hombre.

Estaba a punto de subir las escaleras cuando escuchó una voz detrás de él:

—Mu Yu.

—Oh, Joven Amo Lu, ya regresaste. Voy a subir a descansar. Disfruta la charla con tu tío —respondió Mu Yu mientras subía con su maleta.

Lu Quan estaba por seguirlo cuando Lu Yun le dijo:

—Te vas al extranjero mañana.

Al escuchar eso, Lu Quan giró bruscamente la cabeza y exigió:

—¿Por qué no me dijiste antes?! ¿Y por qué tengo que irme al extranjero?

—Ya eres un hombre hecho y derecho, y ya cumplí con mi obligación de criarte. Además, sé que tienes una empresa allá, justamente en el país al que te voy a mandar. ¿No es algo bueno que te deje ir allá? —dijo Lu Yun.

—No me voy a ir. Le prometiste a mi padre que te harías cargo de mí, y ahora me estás echando. ¿No estás traicionando su confianza? —espetó Lu Quan, visiblemente agitado.

Lu Yun, mirándolo con calma, dijo:

—¿No te quieres separar de Yu, verdad?

Los ojos de Lu Quan se abrieron como platos y brillaron, como si no pudiera creer que su tío hubiera descubierto sus verdaderos sentimientos.

El rostro de Lu Yun seguía sereno.

—¿Sientes algo por él? ¿Por qué no se lo dices?

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Lu Quan con tono cortante.

—Tómalo de forma literal —respondió Lu Yun, sin cambiar el tono.

—Ja, tú sabes perfectamente que Mu Yu no me va a aceptar, ¡¿y aun así me sugieres que le confiese mis sentimientos?! ¿Qué demonios tramas? —estalló Lu Quan.

—¿Qué otra cosa podría tramar, si no es verte ser rechazado por él? —dijo Lu Yun con la misma calma.

—¡Tú! —El rostro de Lu Quan se ensombreció de inmediato—. ¿Qué te hace estar tan seguro de que me va a rechazar?

—Porque sólo tiene ojos para mí —sonrió Lu Yun.

Lu Quan apretó los dientes y, fijando la mirada en su tío, soltó con desprecio:

—Sólo te admira. ¿De verdad crees que está enamorado de ti?

—No importa cómo se sienta por mí. Lo que importa es que nunca sentirá nada por ti, y no quiero volver a verte.

—¿Por eso me mandas al extranjero? —espetó Lu Quan.

—Últimamente no te has andado con cuidado. ¿Crees que no me he dado cuenta? ¿Qué voy a ser tan ingenuo como para dejarte quedarte, convertir mi empresa en tuya poco a poco y que luego tú me mandes a volar? —dijo Lu Yun, su rostro se oscureció al instante, emanando un aire amenazante.

Lu Quan se quedó helado. Nunca se le ocurrió que, a pesar de haber sido tan precavido, ese viejo zorro aun así lo descubriera.

En efecto, había estado intentando apoderarse de la empresa de su tío. Claro que podía montar otra, pero a Mu Yu le gustaba la empresa de su tío, así que Lu Quan decidió quedarse con ella, deshacerse del viejo zorro y hacer que Mu Yu no tuviera más opción que quedarse con él.

Y ahora, las cosas se estaban viniendo abajo.

—¡Agradece que le prometí a tu padre que te mandé al extranjero con algo de compasión! El vuelo sale mañana a las ocho —dijo Lu Yun secamente mientras subía.

Lu Quan apretó los puños, mirando fijamente la espalda de su tío mientras este subía las escaleras.

¿Su tío quería deshacerse de él? ¡Ni en sueños!

‘¡Ya que eres tan cruel, no hay razón para que yo siga fingiendo!’

Lu Quan sacó su celular, marcó cierto número y dio la orden para ejecutar el plan lo antes posible.

Lu Yun se detuvo a medio camino, volteó a ver por encima del hombro y luego continuó subiendo.

Se detuvo frente a la puerta del cuarto de Mu Yu y tocó. Pronto, Mu Yu abrió, solo cubierto con una toalla de baño.

—¿Qué pasa, señor Lu?

Lu Yun apartó la mirada bruscamente y dijo:

—Aunque el clima ya está caluroso, no deberías andar sin camisa. Vístete y ve a mi estudio. Necesito hablar contigo.

Dicho eso, se fue.

—Ah, está bien. Voy enseguida —respondió Mu Yu desde atrás, saliendo de su cuarto.

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